miércoles, 5 de marzo de 2014

La dieta vegetariana evita la hipertensión arterial

La presión arterial alta o hipertensión es un factor de riesgo para enfermedades del corazón, el ictus cerebral, posibles daños a los riñones e incluso a los ojos, que en España afecta a casi 14 millones de personas. Para controlarla, los expertos afirman que hacer ejercicio y llevar una dieta sana y variada son factores claves para ello. Ahora, un reciente estudio del Centro Nacional Cerebral y Cardiovascular de Osaka (Japón) asegura quelas personas que siguen una dieta vegetariana tienen la presión arterial más baja. Los resultados del trabajo han sido publicados en la revista JAMA Internal Medicine.

Para llegar a esta conclusión, el grupo de investigadores realizó un meta-análisis de todos los estudios existentes sobre la relación entre las dietas vegetarianas y la presión arterial. En total se estudiaron cerca de 22.000 casos.

La resolución fue que las personas que basan su alimentación en el consumo de frutas, legumbres y verduras (y que no toman ningún tipo de carne, aunque sí pescado, huevos y algunos lácteos) suelen tener la presión arterial más baja. Se considera que la presión arterial se encuentra en niveles normales cuando la sistólica (la máxima) está por debajo de 120 milímetros de mercurio (mmHg) y la diastólica (la mínima) por debajo de 80. A partir de 140/90, estaríamos hablando de hipertensión.

Esta afirmación podría conducir a la utilización de la dieta vegetariana como instrumento contra la hipertensión sin necesidad de tomar ningún tipo de medicamento. Además, la adopción de la dieta vegetariana no sólo conllevaría una bajada de la tensión arterial sino también otros efectos positivos como pérdida de peso, reducción del colesterol, mejor funcionamiento gastrointestinal, evita el estreñimiento, mejora nuestras defensas, mejora nuestras emociones, nos torna menos agresivos o irritables, serena la mente, todo ello sin tomar ninguna clase de fármaco.

Muchas personas que se hacen vegetarianas además tienden a adoptar otros hábitos saludables en su vida, tal como: hacer ejercicio, reducir el estrés y meditar. Esta última, la meditación, también ha demostrado en estudios clínicos mejorar la tensión arterial, regularizar los niveles de glicemia, colesterol, cortisol y otros parámetros clínicos; además de ayudar a balancear nuestras emociones y serenar y hacer mas eficiente a nuestra mente.

Es por ello que si unimos una dieta vegetariana (o predominantemente vegetariana) a la meditación, nuestra salud física y mental se verá altamente favorecida. Y si además, unimos a esto el ejercicio regular y el control del estrés, estaremos transitando la senda del bienestar que incluye una vida consciente, saludable y feliz. 

Fuente: http://www.muyinteresante.es/. Complementado para adaptarlo a los fines de este Blog.